Date a la experiencia

Aprendizajes, experiencias, herramientas y reflexiones de la vida cotidiana, ese lugar común donde ocurre toda nuestra vida, que menospreciamos y que sin embargo, está lleno de sorpresas, lecciones y maravillas; solo hay que tener ojos para verlas.

Blog

Iliana Estrada Iliana Estrada

Un juego que muchos jugamos

netas que sanan.jpeg

Los meses que ya pasaron de este 2021 me han dejado un aprendizaje grande sobre mi misma. Desde que estudio Semiología de la Vida Cotidiana y he aprendido a conocerme, lo que más me gusta practicar es encontrar mis patrones de comportamiento. De los que he descubierto, digamos que algunos son funcionales y otros no tanto. De estos últimos, uno muy gigante que me descubrí es el de jugar, así lo he bautizado, El Miserable Rayo.

El juego es algo así: uno juega el rol del rayo de luz que quiere iluminar y hacer feliz la vida de alguien que se siente miserable. El que se siente miserable se deja iluminar hasta que se incomoda y le echa pleito al rayo de luz por ser rayo de luz; el rayo de luz se entristece y chantajea al que se siente miserable hasta que este pide una disculpa y el ciclo vuelve a empezar. ¿Te suena conocido?

Este juego puede tener variables, sin embargo, los comunes denominadores son:

Una persona que se siente miserable. Por ejemplo, alguien obsesionado por todo lo malo que pasa en el mundo y lo poco que puede hacer para arreglarlo; o alguien clavado en ver el punto negro en todo lo que pasa; alguien que se queja o inconforma de todo, todo el tiempo, pero no hace nada para cambiarlo.

Una persona rayo de luz. Son el tipo de personas positivas, que le ven el lado amable a todo, que todo tiene siempre una solución y se empeñan en que todo el mundo a su alrededor puede ver el mundo de colores como ellos. Es una persona que alegra una reunión con una plática superficial y casi nunca profundiza en lo que siente.

El vínculo disfuncional.

  • M: Qué triste me siento, el mundo es una mierda que no tiene arreglo.

  • RL: Pero mi amor, no digas eso, mira qué bonito está el día, agradece todo lo que tenemos, estamos juntos y el trabajo que haces ayuda un montón.

  • M: Me choca cuando te pones toda alegría, ¿qué no puedes ver las cosas que están pasando?

  • RY: O sea si, pero me gusta ver el lado amable de todo lo que pasa.

  • M: Hay cosas que no tienen lado amable, no seas estúpid@.

  • RY: (Llorando) A mi no me vas a hablar así, me voy.

  • M: (pasado un tiempo…) Mi amor, por favor, discúlpame, tu sabes que no te quise decir estudip@, ya ves como soy, ven, por favor, te necesito. (besos y abrazos).

 A la distancia observo que he estado de los lados del juego. He sido la que se siente miserable y necesita un rayo de luz para echárselo en cara y reafirmarme en eso y también he sido la que se siente miserable y chantajea para obtener la disculpa y el apapacho que la hace sentirse mejor.

No importa qué rol juegues o cuál sea el tema que te lleve al vínculo disfuncional, lo importante es que te des cuenta del juego que estás jugando y te cuestiones si lo quieres seguir jugando o es tiempo de salirse de ahí. Y voy a ser honesta, a veces salirse no es fácil, nos vamos atando solos a un mástil invisible que después no deja que nos movamos.

 

Date cuenta y actúa. Date cuenta y pide ayuda. #salvatetu

Leer más

Revoluciona tu camino

Transforma tu vida, toma la decisión de empezar a conocerte, ahora.