Aceptar: la habilidad que puede cambiar tu vida
¿Sabías que estás de duelo casi todos los días y ni cuenta te das?
Hoy empecé a tener sesiones 1:1 con uno de mis sobrinos, tiene 22 años y está en su último semestre de la universidad. Me platicó que en una de sus clases, el maestro les pidió que se pusieran de acuerdo y eligieran un problema por el que estuvieran pasando todos los del salón, no dudaron, todos están en el tema de la transición de la universidad a la vida laboral.
Por eso decidí ofrecerle a tener una sesión y platicarle del proceso de duelo por el que él y sus compañeros están atravesando. El duelo no solo lo vivimos cuando perdemos a alguien, también lo experimentamos cuando perdemos cosas, situaciones y el status quo. En el caso de mi sobrino, está perdiendo su situación de estudiante, de que sus papás lo mantienen y de que su única responsabilidad es sacar la carrera y está entrando en terreno desconocido: la adultez, el trabajo y hacerse responsable de si mismo.
Vivimos duelos todo el tiempo
Así como mi sobrino, vivimos duelos y no nos enteramos, generalmente solo nos damos cuenta de los duelos centrales, como perder a una persona cercana, perder una casa o un trabajo. Sin embargo, a lo largo del día perdemos un montón de cosas: un proyecto, tener la razón, el lugar en el estacionamiento y hasta el lugar en la fila para entrar a viaducto. Estos duelos no procesados se acumulan y caemos en un estado que llamo "la no-aceptación de la realidad". Son tantas pérdidas, que nuestra mente no acepta que sea así, que prefiere rebelarse, rechazar e incluso resignarse, pero nunca aceptar las cosas pasan.
Le platiqué a mi sobrino que la mejor manera para procesar su duelo es comenzar el proceso de aceptación, y que si aprende a aceptar la realidad tal cual es, a aceptar las cosas que pasan, entonces su vida en general será más sencilla.
¿Por qué, tía? ¿por qué aceptar plenamente lo que pasa hará mi vida más sencilla?
La respuesta es que cuando aceptamos de verdad algo que pasa, lo podemos transformar creativamente en acciones a nuestro favor. Me platicó que generalmente él es el que ayuda a que su grupo de amigos lleguen a acuerdos, le comenté que él puede hacer esto porque acepta que el grupo no está llegando a nada con la discusión y cómo lo acepta, puede hacer algo; si no lo aceptara, siguiera el metido en la discusión, sin tomar acciones para avanzar.
Mucha veces aceptar nos ayuda a soltar: aceptar que estoy atascada en el tráfico, me ayuda a soltar la ansiedad y la prisa y decidir hacer algo con mi tiempo, como escuchar un podcast o mi música favorita y disfrutarla.
Aceptar, es el primer paso en la resolución de un duelo, no el último, cuando aceptamos, podemos reinventarnos y salir resilientes de las crisis, ya sean las diarias o las centrales.
Revísate y date cuenta que en las ocasiones que has podido resolver algo ha sido cuando aceptas. Y también date cuenta de todas las situaciones en las que sigues atascado por no aceptar.
¿Qué duelos traes sin procesar? ¿Qué situaciones traes cargando por no aceptar?
Aceptar no es rendirse, es el primer paso para transformarte.