Aprende a controlar lo único que puedes controlar: lo que piensas

Me acuerdo que cuando cumplimos un año, le pregunté al Nacho (mi pareja) si se sentía feliz con nuestra relación, su respuesta me dejó sorprendida: “Deja tu lo feliz, me siento en paz”.

Me di cuenta que es cierto, decimos que queremos es ser felices, pero no vemos que la base de la felicidad es la paz interna y la base de la paz interna es la aceptación. Todo el sufrimiento que vives en tu día a día, con temas de salud, de familia, de trabajo o vida social, viene de algo que no aceptas.

Y ni siquiera nos damos cuenta de lo que no aceptamos porque vivimos inmersos en nuestro tren de pensamientos, en la loca de la casa, el ego, el saboteador (como le quieras decir) creyendo que somos nuestros pensamientos y que no podemos hacer nada al respecto, porque nuestra mente tiene vida propia. Nada más alejado de la realidad…

Y también para equipos de trabajo

Esto aplica para personas

No quieres ser feliz, quieres vivir en paz

Si la calidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos y de hecho, puedes pensar lo que sea, ¿por qué no piensas algo que te convenga?